Los peligros que puede conllevar la tecnología para la salud y para la humanidad si su uso no es el adecuado se conocen se barruntan desde hace décadas. Es famosa la historia que se cuenta sobre Albert Einstein, que sugería tomar el uranio como una fuente importante de energía pero que al tiempo alertaba de los riesgos que podía suponer poner en manos de los humanos esta tecnología, refiriéndose a las consecuencias de las bombas atómicas. Años más tarde, vimos como Einstein tenía razón cuando EEUU detonó sus bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
El GPS y los drones
El ejemplo de la bomba atómica no es el único que debe hacernos reflexionar, buena parte de la tecnología que utilizamos en nuestro día a día procede de prototipos, ensayos o dispositivos que se han diseñado previamente para los sistemas de defensa, como es el caso de los sistemas de navegación GPS o los drones, por ejemplo.
La cuestión es, ¿por qué utilizar drones como armas o el GPS como sistemas de espionaje o localización en temas de conflictos geopolíticos o armados?
Hacer negocio a costa de la salud
Sin embargo, tenemos otra muestra de que la tecnología puede contribuir a la salud y a los buenos hábitos con los cigarros de vapor. Los cigarrillos electrónicos, aun siendo perjudiciales para la salud, son algo menos peligrosos que el tabaco, y su uso está permitido en algunos espacios públicos y cerrados.
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El debate de los alimentos transgénicos
Otra de las disciplinas donde vemos que la ciencia y la tecnología generan un intenso debate es en la biotecnología, concretamente con los alimentos transgénicos. Importantes grupos ecologistas, como es el caso de Greenpeace plantean una oposición fuerte a la implantación masiva de alimentos transgénicos basándose en que no quedan certificadas las posibles afecciones para la salud de la tecnología en la alimentación en años futuros.
Los partidarios de los transgénicos mantienen sin embargo que esta tecnología puede ayudar a resolver los problemas de acceso a la alimentación en zonas de pobreza severa, como ocurre con el arroz dorado en África.
Los ecologistas opinan que para erradicar la pobreza es necesaria una redistribución de la riqueza y una explotación más sostenible de los recursos.
Como vemos, la tecnología siempre generará debate sobre su utilización o no, su uso controvertido para ciertas industrias depende en gran medida del capital humano que la utiliza.